Comprar un sillón dental es una de esas decisiones difíciles para cualquier dentista. Son muchas las opciones, pero ¿cuál comprar? ¿El más cómodo? ¿El más económico? ¿El más grande? Esto es un verdadero desafío. Pero hoy quiero compartir algunas consideraciones para que tu compra se adapte lo máximo posible a tus necesidades.
Es normal preguntarse cuáles son las pautas que debemos tener para comprar un sillón odontológico. Mi consejo siempre es, que si estás buscando un modelo funcional y duradero, en lugar de buscar apariencia y economía, piensa en calidad por sobre todo. Recuerda que lo barato sale caro.
Ahora bien, es lógico que hay otros factores que tienes que considerar al momento de elegir el mejor sillón dental para tu clínica. Así que vamos a conocerlos a continuación:
- Tamaño, peso y ergonomía
Una de las pautas más importantes es el tamaño. Un sillón extendido mide en promedio 1,80 metros. Por lo tanto, debes considerar entre el apoyacabezas y la pared unos 70 centímetros mínimos para que tu desplazamiento sea cómodo.
Lo más idóneo es que la construcción de cada box se realice con previo conocimiento del tipo de sillón que vas a obtener posteriormente. De esta forma, puedes planificar la posición y hacer que coincidan las conexiones eléctricas del compresor, aguas blancas y servidas.
No te olvides de la ergonomía del sillón dental. Pues, es fundamental que se adapte fácilmente al paciente, por otro lado, ten en cuenta el peso máximo que aguantará el equipo.
- Adaptabilidad
Otro factor clave a la hora de elegir un sillón dental es que sea adaptable para accesorios a futuro. Y es que, en general, el dentista siempre compra primero el equipo y después quiere adaptar demás cosas, como una mesa, una pieza de mano electrónica, etcétera. Entonces, es muy importante que sea adaptable.
- Tipo de conexión
Un detalle importante que no puedes pasar por alto es el tipo de conexión que tienen los sillones dentales. Existen dos: la conexión interna, que está ubicada en la base y la conexión externa.
Es importante que sepas que la primera opción no permite mucha maniobra a la hora de posicionar el sillón una vez están listas las salidas y entradas de tuberías. La segunda opción, en cambio, permite ubicar oportunamente el equipo con más libertad.
- Succión
Hay dos tipos de succión: una cuya principal fuerza viene dada por la presión del agua en la consulta dental. Es por esto que, teniendo mala presión de agua en el lugar, también tendrá dificultades con la calidad de la succión.
La segunda opción funciona con presión de aire. Esta es un poco más potente, sin embargo, se tiende a sobrecargar el compresor con el uso constante de este sistema.
- Conexiones terminales
Un detalle pequeño pero no menos importante son los tipos de conexiones terminales: Borden o Midwest V2 o M4, respectivamente. Éstas determinan el tipo de piezas de mano a usar y, además, hay diferencias en cuanto a la calidad de la irrigación y otros detalles.
- Un stock de repuestos
Este es un punto que muchos dentistas ignoran o que desconocen por falta experiencia. Y es que un stock de repuestos es súper esencial, ya que muchas veces cuando se presenta el problema con el equipo te dicen que hay que sacarla de la clínica y tenemos un sillón parado por un buen tiempo, algo que no es para nada productivo.
Fíjate bien, por otro lado, si la empresa a quien le vas a comprar el sillón dental ofrece servicio técnico o tiene una empresa aliada que se encarga de reparar estos equipos de forma profesional y eficiente.
- Lámpara LED
Y, por último, pero no menos importante, la luz. Mi recomendación es que busques un sillón dental con lámpara LED. ¿Por qué? Porque duran un montón y así tendrás despedirte de la acción de estar cambiando focos cada dos por tres.
Esas cosas son un rollo, ¿no? Pues si se llega a quemar un foco, el problema será bastante grande. Así que, si optas por una lámpara LED evitarás los constantes cambios de bombillas, ahorrandote tiempo y dinero.
Consideraciones adicionales
Yo creo que esos son los puntos más básicos para elegir el sillón dental para tu clínica, sin embargo, no te olvides de hacer tus mantenimientos periódicos para asegurar el correcto funcionamiento de tu sillón.
¿Cada cuánto se realiza un mantenimiento a un sillón odontológico? Por lo general, es cada seis meses. Sí, dos veces al año. Esto es lo más básico. Ahora, como un sillón es como un coche, si lo estás usando y tienes buena carga de pacientes, pues deberías considerar hacer unos tres o cuatro mantenimientos.
Listo, ya te he hablado sobre los puntos básicos que necesitas conocer antes de adquirir un sillón dental, sin embargo, es posible que tengas otras dudas para asegurarte de hacer la elección correcta para ti. Por ello, no dudes en escribirnos. Nosotros te brindaremos asesoría profesional.
