La nueva disciplina en el campo de la odontología es la mínima invasividad ¿Qué significa esto exactamente? No hablamos de una tendencia, sino de una verdadera revolución en el enfoque metodológico de la odontología moderna que ha permitido alcanzar un grado muy alto de efectividad en los tratamientos. La odontología mínimamente invasiva, por tanto, implica el uso de técnicas destinadas a reducir los tratamientos agresivos en muchas ramas de esta ciencia, como la endodoncia, la cirugía y la periodoncia.
Por odontología mínimamente invasiva nos referimos a una forma real de ver el cuidado dental. Es la creencia, respaldada por evidencia científica, que siempre se deben preferir los tratamientos conservadores en el cuidado dental. La idea general es realizar menos extracciones conservando los dientes naturales siempre que estén sanos, para conseguir el máximo resultado estético dental posible con las mínimas intervenciones.
Los tratamientos odontológicos, además, pueden ser mínimamente invasivos incluso cuando es necesario recurrir a extracciones e implantes dentales. Con este nuevo enfoque, los dientes fijos, rectos y blancos se pueden restaurar de forma rápida y eficaz.
Veamos a continuación más detalles sobre esta disciplina de la odontología que está cobrando muchísima fuerza en el sector:
Beneficios de la odontología mínimamente invasiva
Uno de los principios de la odontología mínimamente invasiva es que la atención quirúrgica debe minimizarse siempre que sea posible. Por esta razón, se aplica la idea de prevención más que de cura. Con este enfoque siempre se trata de identificar y manejar la aparición de enfermedades dentales, desde las primeras visitas al dentista, y antes de que sea necesaria una cirugía invasiva.
Para ello, los pacientes deben apegarse a un riguroso programa de revisiones periódicas. Es decir, acudir al dentista dos veces al año, para una higiene dental profesional y que permita identificar problemas con antelación sin tener que recurrir a tratamientos demasiado invasivos.
El hecho es que cuidado dental mínimamente invasivo ofrece los siguientes beneficios a los pacientes:
- Reduce el tiempo de ejecución de los tratamientos odontológicos.
- Disminuye los riesgos de infección posquirúrgica.
- Promueve una mejor conservación de dientes naturales.
- Ofrece soluciones rápidas y duraderas.
- Opta por tratamientos sin dolor y sin ansiedad.
Ocasiones en la que es adecuado el cuidado dental mínimamente invasivo
La odontología mínimamente invasiva está cambiando radicalmente la odontología moderna. Y es que los campos de aplicación, gracias a las nuevas tecnologías, son realmente numerosos como:
Odontología mínima en implantología
Los dientes fijos se pueden restaurar con implantes dentales más pequeños, colocados con cirugía guiada por computadora sin cortes y suturas en las encías y sin dolor postoperatorio.
Estética dental y ortodoncia mínimamente invasiva
Con máscaras transparentes e invisibles es posible volver a tener dientes rectos sin traumatismos y de forma suave y gradual. Finalmente, podrás conseguir unos dientes blancos con el LASER de diodo.
También es posible realizar tratamientos de conductos radiculares (desvitalizaciones) con el microscopio operatorio. La sonrisa, además, se puede transformar con carillas de cerámica incluso sin preparación dental.
Tratamiento de la caries
La odontología mínimamente invasiva en el tratamiento de la caries busca reducir la cantidad de limado de estructuras dentales naturales tanto como sea posible. Al mismo tiempo, se puede resolver prácticamente cualquier problema que se presente, sin dejar de ser prudentes y sensibles a las necesidades de atención del paciente.
Restauración de empastes y recubrimientos
Cuando los dientes ya han sido tratados con empastes, incrustaciones o carillas, todavía es posible restaurar conservando las estructuras dentales originales, las raíces y la corona. El cuidado dental mínimamente invasivo, al fin y al cabo, permite restaurar una forma natural al diente.
El papel de la tecnología
Desde el diagnóstico dental (evaluación y determinación de la enfermedad) hasta la planificación del camino terapéutico, todo está pensado para minimizar el estrés físico y psíquico del paciente.
La tecnología viene en nuestra ayuda en la mayoría de los casos, incluso con instrumentación de precisión. La odontología mínimamente invasiva aprovecha cada día las nuevas tecnologías:
- Radiografías ortopanorámicas y tridimensionales volumétricas tipo Cone Beam CT
- Escáner intraoral para impresiones digitales
- Seguimiento fotográfico de los resultados.
Hay que decir también que el progreso inherente a este enfoque odontológico, viene en ayuda con la adopción de materiales biocompatibles, bioeconómicos y biomiméticos.
Conclusiones
Una odontología moderna también es responsable. En los principios del cuidado dental mínimamente invasivo, es prioritaria la idea de que la atención dental debe ser consciente, pero también atenta y respetuosa de las percepciones (sentimientos) de los pacientes que nunca deben experimentar dolor o ansiedad al recibir atención dental.
Hablamos, por tanto, de un enfoque que acorta el tiempo de tratamiento al reducir el estrés y el miedo que genera recibir un tratamiento dental.
Ahora que entendéis que el cuidado de los dientes es realmente importante y los tratamientos son cada vez más conscientes y respetuosos, la odontología mínimamente invasiva se erige como la opción más adecuada para tratar a pacientes con problemas de salud bucal.