Para mucha gente el acto de apretar o rechinar los dientes resulta una forma eficaz de mitigar sus niveles de ansiedad o estrés. Pero, cuando se convierte en un hábito o en una acción incontrolable, es muy común que aparezca otro problema: el bruxismo. ¿De qué se trata? El bruxismo es un trastorno que suele causar dolor y desgaste en los dientes. Para combatir esta patología, es necesario que los pacientes utilicen férulas de descarga.
No nos sorprendería que no hayas escuchado hablar de este producto odontológico hasta que el bruxismo llegó a tu vida. El caso es que las férulas de descarga son prácticamente de uso obligatorio para las personas que padecen de esta afección odontológica, la cual es más común de lo que muchos se imaginan.
Si este es tu caso, seguro te estás preguntado qué son realmente las férulas dentales y cómo elegirlas adecuadamente. En Uppermat te ilustraremos acerca de todo lo que debes saber sobre estos dispositivos odontológicos.
Concepto de las férulas de descarga
Las férulas de descarga son protectores dentales que actúan como amortiguadores de la presión que se ejerce durante el rechinamiento típico del bruxismo. De este modo, se evitan dolores y que los dientes se sigan desgastando progresivamente.
Estos dispositivos se fabrican a la medida de cada persona y tienen la peculiaridad de ser bastante resistentes. Especialmente porque están fabricados de resina y su grosor debe rondar entre los dos y los tres centímetros.
En general, el uso de estos protectores dentales es prescrito para utilizarlo en las noches. Y es que durante estas horas, el deseo de apretar los dientes de manera inconsciente suele ser más incontrolable. Por supuesto, hay casos especiales y existen personas que deben colocárselo en el día, sobre todo cuando el bruxismo es provocado por ataques de ansiedad o estrés.
Cómo elegir las férulas dentales sin fallar en el intento
Como casi cualquier producto que vayamos a comprar, y más cuando están destinados a proteger nuestra salud bucal, hay ciertas premisas que debemos tener en consideración. Ciertamente, las férulas de descarga no son la excepción de la regla, por tanto, tenemos que seguir los siguientes criterios de elección:
- La dureza del material. Es importante que sea rígido y bastante sólido. La razón: cuando son confeccionados con materiales blandos, lo más seguro es que la persona siga experimentando ganas de apretar los dientes.
- El grosor. Cuanto más gruesas sean las férulas, mejor; siempre que no excedan los límites recomendados (3 cm). Por el contrario, su uso será incómodo. Al contar con un buen grosor se evitará que los dientes hagan fricción entre sí.
- Que sean planas. Con el uso de férulas de descarga lo que se pretende es hacer que la persona sienta más libertad de morder. Al no ser planos, los dientes harán contacto y la situación se agravará.
- Tener un molde personalizado. Así como tenemos cabellos de formas y colores distintos, la dentadura de cada persona también presenta sus peculiaridades. Por consiguiente, las férulas dentales tienen que fabricarse de acuerdo al molde dental de cada paciente.
En definitiva, estos cuatros factores forjan el decálogo a seguir para acertar a la hora de elegir un protector dental. Lógicamente, todo partirá de la creación de un molde que se ajuste a la forma de nuestra dentadura y de nuestra mordida; pero el material, la forma y el grosor también son claves para no fallar en el momento de hacernos con la férula perfecta.
Consejos para usar estos protectores dentales
Tener las férulas de descarga adecuadas no resultará muy útil, si en poco tiempo se nos dañan por no darles el uso adecuado, incluso pueden causarnos otras enfermedades. Para prolongar la longevidad de estos dispositivos y sacarles el máximo provecho, resulta clave seguir estos consejos:
- Conservar una buena higiene bucal. Estos protectores dentales también acumulan sarro y bacterias. Y no es para menos, la boca del ser humano es un depósito de gérmenes por naturaleza. Lo recomendable es cepillar nuestros dientes (con movimientos suaves) tres veces al día con la pasta adecuada y un cepillo con cerdas flexibles.
- Lavar la férula. Antes de cada uso hay que limpiarla correctamente y cepillarse los dientes. No hacemos nada con lavarla si tenemos los dientes con residuos de alimentos.
- Limpiar antes de guardarla. Después de quitarnos el dispositivo es necesario volver a lavarlo para evitar la acumulación de bacterias y sarro. Además, es importante guardarlo en su estuche para que no entre en contacto con la suciedad o el polvo del entorno.
- Colocársela sin hacer mucha presión. Como ya comentamos, las férulas dentales se fabrican a medida de cada paciente. Por ello, no hay necesidad de ejercer presión para introducirla en la boca, solo hay que adaptarla a la arcada en la parte inferior o superior antes de cerrar la cavidad bucal y listo.
Conclusiones
No existen mejores aliadas para aliviar los dolores y el desgaste causados por el bruxismo que las férulas de descarga. Sin embargo, además de estar personalizadas, es necesario que reúnan ciertas características para que cumplan con su función, sin mencionar que debemos seguir algunas instrucciones de uso para evitar que se deterioren rápidamente y evitar posibles enfermedades.
Estos dispositivos tienen que ser gruesos, planos, duros, pero sobre todo cómodos. La higiene dental también será determinante para conseguir buenos resultados, pero no podemos pasar por alto que las únicas personas que pueden prescribir o autorizar el uso de estos protectores dentales son los profesionales de la odontología.
